El espacio escénico
El espacio escénico
Se define espacio escénico como el lugar donde un actor representa un personaje. No tiene que ser un lugar delimitado especialmente, sino que se crea en cualquier parte donde un actor actúe para representar; puede ser el centro de los espectadores, el patio de butacas, o una cuerda que se balancea sobre los espectadores. Su localización depende del concepto básico y general del espacio y de la relación que se establezca entre actores y espectadores.
De esta definición se deduce tanto su función práctica como simbólica:
- Espacio escénico significa el lugar donde un actor representa.
- Significa también el lugar en el que el personaje se encuentra.
Las actividades y movimientos del actor en ese lugar significan las del personaje en el lugar sugerido por la escena.
El espacio escénico tiene significado en relación a la sala de los espectadores, pues su forma y condición determinada limita determinadas formas de movimiento; existen escenarios circulares, elípticos, de suelo plano, inclinado; también los materiales del suelo aportan significado y limitan los movimientos, así como sus dimensiones. El escenario se convierte en la posibilidad del actor de realizar determinados movimientos que se interpretan como los propios del personaje.
El espacio escénico es un elemento imprescindible del código teatral, ya que el actor como cuerpo tridimensional precisa siempre de un espacio. Otras posibilidades adicionales del escenario, como los decorados, los accesorios y la iluminación, son elementos potenciales, pero no imprescindibles.
Decorado
Mientras el escenario significa el lugar donde el personaje se encuentra, el decorado actúa con el significado del lugar donde permanece más o menos tiempo.
Todos los signos teatrales están siempre implicados en un código teatral complejo, dentro de una determinada cultura; por tanto, cualquier elemento de la vida social puede ser llevado al teatro con sus significados prácticos y simbólicos; no ocurre así con los significados del decorado, pues por razones obvias no se puede llevar al teatro un jardín, un castillo o un bosque real. El teatro, por esta razón, desarrolla un código específico para el decorado. Existen muchas posibilidades: lienzos pintados, objetos alusivos al lugar, remitirse a un lugar con sólo una parte de él, realizar estilizaciones o incluso reproducciones fieles. Estos signos se interpretan como el lugar donde el personaje permanece: casa, calle, taberna, habitación, catedral, etc. Pueden referirse tanto a exteriores como interiores, a espacios naturales o artificiales, e incluso a espacios ficticios (como el cielo o el infierno).
Los signos del decorado se interpretan también en relación a la época en que la representación se sitúa. Así mismo actúa como signo del país en el que se desarrolla la obra. Caracteriza de forma más cercana al lugar referido y en este sentido, época y país, tiene relación con el vestuario.
El decorado puede como signo de una situación o de una acción, en tanto que determina el lugar como un sitio concreto en una época determinada. Puesto que remite a una función práctica que puede realizarse en él, pasa de ser signo de un lugar a signo de las funciones que pueden realizarse en ese lugar, tanto prácticas como simbólicas. Por tanto, representa no sólo el lugar sino también las acciones y situaciones que podrían darse en él.
Las funciones prácticas del decorado son válidas en tanto el actor tiene la posibilidad de realizar acciones con ellas: abrir puertas, subir escaleras, etc. Sin embargo, el actor no realiza esas acciones con un verdadero fin práctico, sino para mostrar que el personaje que representa las realiza. Así, el decorado varía su significado en relación al personaje.
Todo lo dicho es válido para decorados referidos a lugares determinados. Si el decorado no representa un lugar ni lo sugiere, no se pueden identificar los movimientos del actor en relación a funciones prácticas, sino siempre en relación a funciones simbólicas. Con este procedimiento, el decorado intensifica la función del espacio escénico. Es el caso de obras que se representan sobre una cinta transportadora o en una estructura metálica, por ejemplo.
En cualquier caso, el decorado puede definirse como el medio ambiente del personaje y puede utilizarse también para caracterizarlo: situación social, valores, ideas, etc., marcando en ocasiones las posibilidades de interacción de personajes.
Según la cultura en que se produzca el hecho teatral, el decorado puede también sugerir sentimientos y sensaciones, mediante las formas (abiertas, cerradas, esféricas, macizas, etc.), las disposiciones arquitectónicas y el color.
Mediante su significado simbólico puede actuar como signo de ideas: el mundo concebido como una cárcel, la vida como laberinto o como campo de batalla.
Su posición en un código teatral de una determinada cultura y la selección de signos sólo pueden comprenderse e interpretarse por el contexto completo de ese código teatral.
Accesorios
Pueden definirse como objetos en los que el actor ejecuta acciones, objetos a los que se dirigen gestos intencionales del actor. Su función significativa primaria es representar ese objeto y, como tal, realiza funciones prácticas y simbólicas. En su función segunda puede referirse al personaje que lo utiliza, interpretado por el actor, y ser un signo del personaje. Como objeto permite al actor realizar actividades que se refieren al personaje, acciones que se realizan a menudo en interacción con otros actores–personajes; se trata entonces de un signo de relación. Tiene poder caracterizador, o sea, puede ser signo respecto al sujeto que lo utiliza. Esta función significativa tiene especial valor en la caracterización de personajes alegóricos. Pueden realizar esa función debido a que aportan un significado simbólico que está en la base de un código cultural determinado. La formación de un significado simbólico mediante un objeto o accesorio tiene lugar cuando hay un código específico teatral o cultural que todos conocen y comparten.
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